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En México, 1 de cada 8 mujeres tendrá cáncer de mama.

El cáncer de mama es de los tumores más frecuentes en la consulta de oncología. Afecta principalmente a mujeres sin embargo también puede afectar a hombres. El cáncer de mama se origina en la glándula mamaria y si no se trata a tiempo, puede afectar otros sitios del organismo como los pulmones, hígado y huesos.

En México, la edad media de presentación del cáncer de mama es alrededor de los 50 años de edad, sin embargo se puede presentar en mujeres muy jóvenes también, por lo que no se puede subestimar en edades tempranas (20-30 años) la posibilidad de esta enfermedad.

Existen diversos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de tener cáncer de mama, los más importantes son:

  • Edad (a mayor edad, mayor riesgo).
  • Haber tenido previamente cáncer de mama (en el otro lado, p. ej).
  • Antecedentes familiares de cáncer de mama (2 familiares cercanos como hermana y madre aumentan el riesgo 5 veces más que las mujeres que no tienen antecedentes familiares).
  • Predisposición hereditaria (Portadoras de mutaciones en BRCA1 o BRCA2 que predisponen a cáncer de mama y cáncer de ovario).
  • Edad de la primera menstruación antes de los 11-12 años.
  • Edad de la última menstruación después de los 55 años.
  • Haber tenido el primer hijo después de los 35 años.
  • Usar terapia hormonal de reemplazo en mujeres menopáusicas
  • Obesidad

Los signos y síntomas más frecuentes del cáncer de mama son los siguientes:

  • Sensación de bulto (o nódulo) en la mama.
  • Aumento del tamaño o forma de la mama.
  • Secreción sanguinolenta por el pezón.
  • Cambios en el pezón (que se invierta el pezón p. ej.).
  • Hoyuelos o pliegues nuevos en la mama.
  • Mamas tibias, enrojecidas e hinchadas o piel de naranja.

Una vez se sospeche la presencia de cáncer de mama, no hay que perder tiempo. El médico solicitará una serie de estudios de imagen para determinar la presencia del tumor en el interior de la mama. Estos estudios como la mamografía o el ultrasonido servirán para reafirmar o descartar la sospecha diagnóstica.

La mastografía o mamografía es uno de los estudios que más vidas ha salvado.

El siguiente paso en el diagnóstico es la toma de una biopsia (una muestra representativa del tejido mamario sospechoso) la cual se puede tomar guiada por imagen a través de una aguja especial. Este material es analizado al microscopio y de esta manera se confirma el diagnóstico.

Uno de los sitios más frecuentes a donde viajan las células del cáncer de mama es a los ganglios linfáticos de la axila del lado de la mama afectada, llegando ahí a través de los vasos linfáticos propios del tejido mamario.

Asimismo, el cáncer puede viajar a través de la sangre a diferentes partes del cuerpo siendo los principales sitios los pulmones, el hígado y los huesos (a esto se le conoce como metástasis). Por este motivo, en ocasiones se solicitan estudios para valorar estos sitios del cuerpo y determinar lo avanzado de la enfermedad.

De acuerdo a todo lo anterior se puede clasificar al cáncer de mama en Etapas Clínicas. Como en la mayoría de los tumores malignos, hay 4 etapas en cáncer de mama. La Etapa I es una etapa muy temprana y curable en la gran mayoría de los pacientes. La etapa IV es cuando el cáncer ya se encuentra en otros sitios distantes de la mama (como órganos internos o huesos).

A pesar de todo y aún en presencia de metástasis, el cáncer de mama en la actualidad se considera una enfermedad crónica y es el cáncer que cada vez tiene una tasa menor de mortalidad por la mejor posibilidad de tratamiento que existen con las nuevas terapias disponibles.

Un diagnóstico oportuno hace una gran diferencia. En cáncer de mama cada vez hay mayor esperanza.

DR. MARCELINO GONZÁLEZ PINEDO
Cáncer de Mama