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El cáncer de ovario es uno de los tumores ginecológicos más frecuentes.

Ocupando el segundo lugar después del cáncer cervicouterino en México, el cáncer de ovario es una enfermedad cuya prevalencia va en aumento, afectando a 1 de cada 70 mujeres, siendo diagnosticado con mayor frecuencia alrededor de los 60 años de edad, sin embargo existe una variedad de cáncer de ovario que se presenta en mujeres muy jóvenes.

Los principales factores de riesgo para padecer cáncer de ovario son los siguientes:

  • Edad (a mayor edad, mayor riesgo).
  • Inicio de la menstruación antes de los 12 años.
  • Edad de la menopausia tardía.
  • No haber tenido hijos.
  • Antecedentes familiares de cáncer de ovario así como otros tumores que pueden estar relacionados (cáncer de mama y colon).
  • Terapia de reemplazo hormonal en mujeres menopáusica.

El cáncer de ovario destaca por su letalidad, debido a que el 75% de los casos son diagnosticados en etapas avanzadas teniendo menor oportunidad de supervivencia. Esto es debido a que no produce síntomas específicos como otros tumores y se confunde comúnmente con «colitis» y otras alteraciones digestivas o urinarias. Los principales síntomas son:

  • Dolor abdominal.
  • Sensación de distención abdominal.
  • Síntomas urinarios
  • Aumento de volumen del vientre y abdomen
  • Sangrado a través de la vagina

Los métodos diagnósticos habitualmente consisten en un examen pélvico ginecológico así como estudios complementarios como el ultrasonido transvaginal y un estudio de sangre llamado CA-125. Con estos 2 estudios se aumenta la posibilidad de encontrar una lesión sospechosa en el ovario. Asimismo se pueden complementar con una Tomografía la cual visualizará toda la cavidad abdominal que es donde habitualmente el cáncer de ovario se esparce.

Es por ello, que muchas de las veces será necesario una laparoscopía diagnóstica con la finalidad de investigar lo extenso de la enfermedad y tomar una biopsia del tumor y confirmar la presencia de cáncer.

El tratamiento del cáncer de ovario es quirúrgico, sin embargo, en ocasiones por lo extenso de la enfermedad habrá que iniciar con quimioterapia para reducir el tamaño del tumor y posteriormente operarlo con mejores resultados.

El cáncer de ovario es un asesino silencioso. La presencia de síntomas digestivos y urinarios persistentes deben hacer sospechar esta enfermedad.

DR. MARCELINO GONZÁLEZ PINEDO
Cáncer de Ovario